Home » ¿A qué cirugías plásticas se sometió Ariana Grande?
En el imaginario popular, las estrellas del pop, especialmente las que están en la cima de su profesión, simplemente “nacen así”. Con la estética médica de Ariana Grande, esta “habilidad natural” alcanza su apoteosis como resultado de su rostro pequeño y parecido al de una muñeca, sus hoyuelos irresistibles y sus labios generosamente curvados. Sin embargo, cada vez hay más pruebas que se oponen a esta tesis y revelan que Grande es un producto cuidadosamente elaborado. Mientras varios profesionales de la industria colaboraban para crear apariencias extraordinarias, la estética de Ariana Grande llevó a cabo una multitud de intervenciones quirúrgicas, según se dice, postoperatorios irreconocibles. Como resultado, es Ariana a quien se debe elogiar, no como la receptora de los avances tecnológicos impulsados por los hombres, sino como la autora de su propia y alabada belleza.
La cirugía plástica de Ariana Grande se ha convertido casi en el estándar de oro de la plasticidad, y ha registrado cambios desde los 13 años hasta la actualidad. En 2013, cuando Ariana era todavía una niña, apareció un artículo que destacaba los cambios en su rostro. En ese momento, la gente atribuyó su dramática metamorfosis al “crecimiento”, y su propio estilista coincidió en que todavía era muy joven: “cabello más corto”, “cejas más pobladas” y “mejor maquillaje” fueron suficientes para crear el nuevo look de la joven de 20 años. Desde entonces, el rostro de Ariana ha sufrido cambios aún más dramáticos. Aunque ahora muestra un vago parecido con los rostros que tenía cuando hizo su debut, su forma personalizada y fantástica de aparecer es definitivamente un proceso continuo.
En conclusión, la magnitud de la transformación estética de Ariana Grande no se puede subestimar; ella simboliza un cambio más amplio en las actitudes de la sociedad hacia las celebridades cirugía plástica. A menudo, reflejan cambios emocionales y personales en la vida de estas figuras, pero también hablan de una industria que, por encima de todo, valora la novedad. Su fachada anterior de “linda” se desvaneció en un aspecto de “heroína chic” y eventualmente escaló a dramáticos ajustes faciales que apuntan a una dismorfia facial emergente. Sin embargo, ella no es la única celebridad que favorece tales cambios; Se sabe que tanto hombres como mujeres, e incluso estrellas de televisión mayores, continúan mejorando su apariencia después de los 40 años. Esto lleva a suponer que los futuros avances tecnológicos, que combinan cirugías estéticas y mediaciones digitales, probablemente favorecerán un rostro estilizado y adelgazado y ojos más grandes, una morfología emergente que podría etiquetarse como dismorfia facial.
Para empezar, aunque hasta hace unos años las cirugías “simples” eran las preferidas en Estados Unidos, los nuevos avances tecnológicos, como la redistribución de la grasa y las inyecciones, eliminaron el tejido cicatricial resultante de las cirugías simples. Los cambios superficiales en el estilo también contribuyeron a estos cambios. En este momento, no hay un indicador absoluto que inspire estos looks transformadores, sino más bien varios factores: una variedad vertiginosa de etapas de la vida de las celebridades, así como una actitud global de “simplemente hazlo” que favorece la novedad. Además, tal vez impulsados por el glamour de los íconos de la sociedad, muchos de los “normales” que no pueden pagar las cirugías han adoptado un avatar digital. En consecuencia, sólo la cautela y la capacidad de cuestionar podrían dar lugar a otros debates similares en nuestra sociedad y cultura. En este momento, se sabe poco sobre cómo las enfatizadas apariencias digitales de nuestros comediantes de televisión y estrellas de reality shows favoritos elevarán el nivel de las transformaciones físicas. Lo que es más preocupante es que no se sabe mucho sobre cómo nuestros seres más jóvenes o cualquier artista aspirante ven esos entornos de bar.
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